Otra Argentina es posible.

San Martín tiene historia, tiene identidad. Tiene familias trabajadoras que hicieron su vida en esta ciudad. Tiene a sus clubes de barrio, que son la segunda casa de cientos de pibes y pibas. Tiene fábricas que arrancaron con una máquina y hoy son parte esencial del entramado productivo y social local. Tiene comercios que levantan sus persianas todos los días. Tiene escuelas que abren la puerta cada mañana a un futuro posible. Y San Martín tiene, sobre todo, una enorme vocación de comunidad y un empuje por progresar, inquebrantable. 

Hoy, frente a un gobierno nacional que ataca todo esto, te quita derechos, achica el Estado, entrega soberanía y desprecia lo colectivo, hay que plantarse.

 
Me llamo Agustín Letcher, soy de San Martín. Nací y crecí en este distrito que me dio identidad, afectos, valores y conciencia. Soy parte de una generación que no se resigna, que no se quiere ir del país ni quiere ver cómo lo que costó décadas construir se desmorona de un día para el otro. Una generación que creció bajo la convocatoria a transformar de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner, que aprendió que la política no es una mala palabra y que, cuando el pueblo se organiza, avanza.

Y por eso, en los tiempos angustiantes que estamos atravesando, vamos a frenar a Milei. Y vamos a construir un país y un distrito distinto.

Queremos un San Martín con trabajo. Donde se escuche el sonido de la industria produciendo. Con educación pública de calidad, que nos dé la posibilidad de progreso social. Queremos que no se cierren los centros de salud mental ni se recorten los medicamentos a los jubilados. Queremos clubes que puedan pagar la luz. Queremos centros de jubilados que no funcionen como comedores, sino como centros de reuniones para nuestros jubilados y jubiladas. Queremos que nuestra ciudad no claudique frente al ajuste de Milei.

No vinimos a comentar la realidad: vinimos a transformarla.